
Todos tenemos recibos a los que debemos hacer frente todos los meses, los llamados gastos fijos: la luz, el agua, el gas, los seguros, la comunidad, los teléfonos, la hipoteca… y para no tener que acudir a la oficina bancaria cada dos por tres los domiciliamos en nuestra cuenta corriente o tarjeta de crédito y cuando nos pasan la factura desde la empresa, automáticamente el …