Hace unos meses, Belén nos contaba cómo controlar los gastos emocionales, esos que hacemos casi sin pensar, a veces por envidia, ansiedad o porque nos dejamos llevar.
Y bueno, a veces ceder no es un gran drama porque se trata de cositas pequeñas. Pero ya sabemos que todo suma.
30 trucos de ahorro que te harán decir: «¿Cómo no lo supe antes?»
Lo hemos reunido todo en un ebook gratuito. Fácil, útil y pensado para que empieces hoy mismo.
Descárgalo gratis ahoraEl problema real viene cuando estamos hablando de compras más caras o importantes. Ahí sí que conviene pararse a reflexionar antes de sacar la tarjeta.
Mi método para no comprar por impulso
Te quiero contar algo muy mío, porque me ha ayudado muchísimo a gastar mejor.
Soy de esas personas que ve algo y en dos minutos decide que lo necesita. Me pasaba muchísimo antes. Pero con el tiempo (y mucho ensayo y error), he desarrollado una técnica sencilla que me ha salvado de más de un gasto innecesario.
La llamo “la técnica de las preguntas”.
Consiste en parar un momento antes de comprar algo y hacerse unas preguntas clave. Te las dejo aquí para que las uses si quieres.
1. ¿Lo necesito realmente?
La más importante de todas.
- ¿De verdad lo necesito o solo me apetece porque lo he visto?
- ¿Se me ha roto y tengo que reemplazarlo o es un capricho por tener el modelo nuevo?
Por ejemplo: si se me rompe el televisor, claro que necesito otro. Pero si funciona bien y solo quiero uno más grande o moderno, ¿es una necesidad real o solo un deseo?
2. ¿Voy a sacarle partido?
Esta me la hago siempre con cosas de cocina.
Tengo la cocina llena de utensilios que casi no uso: la vaporera, la heladera… Al final, fueron compras que no merecieron la pena.
Así que me pregunto:
- ¿Cuántas veces voy a usarlo?
- ¿Va a acabar guardado en un armario cogiendo polvo?
3. ¿Cuánto tiempo tengo que ahorrar para comprarlo?
En Ahorradoras siempre hablamos de evitar comprar a crédito salvo que sea imprescindible.
Así que es clave pensar:
- ¿Cuánto tiempo tendría que ahorrar para pagarlo?
- ¿Vale la pena ese esfuerzo?
Si necesitas varios meses de ahorro para algo que no es imprescindible, igual no es el momento.
4. ¿Puedo conseguirlo más barato?
Esto me ha ahorrado un dineral más de una vez.
El mismo producto puede costar muy diferente en tiendas distintas. Recuerdo el caso de mi ordenador: aguanté hasta una promo sin IVA en Fnac y me ahorré más de 100 €.
La idea es simple:
- ¿Puedo esperar a una oferta?
- ¿Hay otra tienda donde cueste menos?
5. ¿Cuántas horas de trabajo me costará?
Es una de mis favoritas porque te hace poner los pies en la tierra.
- Calcula tu salario por hora.
- Divide el precio del producto entre esa cifra.
Por ejemplo:
Si cobras 1000 € al mes, son unos 33 € al día, unos 4 € la hora.
Un producto de 300 € equivaldría a 72 horas de trabajo.
Pregúntate: ¿vale la pena?
Mi experiencia personal
Te aseguro que desde que empecé a hacerme estas preguntas, he evitado muchísimas compras por impulso.
He notado un ahorro considerable y, además, la casa está mucho más despejada. Porque a veces compramos cosas que terminan siendo un estorbo más que una ayuda.
En un post anterior te conté cómo con esta técnica llegué a ahorrar 96 € solo en diciembre. Y no por privarme, sino por elegir mejor.
Muchas veces no se trata de no gastar, sino de gastar con intención.
De pensar un poco antes de comprar y asegurarnos de que lo que traemos a casa vale el dinero, el tiempo y el espacio que le damos.
Espero de corazón que esta técnica te sirva tanto como a mí.
Si te apetece, cuéntame en comentarios:
¿Eres de comprar por impulso o sueles pensarlo bien? ¿Qué truquitos usas tú para controlar esas ganas?
Porque aquí estamos para compartir, aprender y ayudarnos a tomar decisiones más conscientes con nuestro dinero.