A veces me preguntáis:
“Mapi, ¿qué es eso de la economía creativa o economía naranja? ¿Es solo para artistas?”
Y entiendo la duda, porque suena un poco grandilocuente. Pero en realidad es algo mucho más cercano y actual de lo que pensamos.
La economía creativa es, en esencia, todo aquello que transforma ideas, conocimiento o talento en un producto o servicio que aporta valor.
30 trucos de ahorro que te harán decir: «¿Cómo no lo supe antes?»
Lo hemos reunido todo en un ebook gratuito. Fácil, útil y pensado para que empieces hoy mismo.
Descárgalo gratis ahora
Puede ser arte, sí. Pero también educación, diseño, contenidos digitales, cursos online, fotografía, escritura, marketing, tecnología…
Vivimos un momento único gracias al mundo digital. Hoy cualquier persona, desde casa, puede compartir su conocimiento, enseñarlo, empaquetarlo en diferentes formatos y convertirlo en algo que ayude a otros y, al mismo tiempo, le genere ingresos.
¿Economía creativa o economía del conocimiento?
He escuchado los dos términos. A veces dicen que la “creativa” está más ligada al arte y la “del conocimiento” a contenidos más educativos o técnicos.
Pero la verdad es que la frontera es muy fina. Porque al final, todo es crear. Todo parte de transformar lo que sabes o imaginas en algo útil para alguien más.
¿Por qué se le llama economía naranja?
Quizá has oído hablar del universo naranja. Es una forma de referirse a todo ese conjunto de actividades que combinan creatividad, cultura y conocimiento.
Se usa el término “naranja” porque simboliza la creatividad, la energía y la vitalidad de este sector que ha ido creciendo muchísimo en los últimos años.
Beneficios para las personas
Lo bonito de este modelo es que abre muchas puertas a nivel individual.
- Te permite usar tu creatividad o tus conocimientos para aportar algo único.
- Te da una vía para generar ingresos con lo que sabes hacer: desde escribir, diseñar, dar clases, asesorar o crear contenido en redes o en tu web.
- Proporciona satisfacción personal, porque no solo trabajas por dinero, sino también por compartir algo tuyo, ayudar o inspirar a otros.
Beneficios para la sociedad
La economía creativa no solo ayuda a quien la desarrolla. También aporta mucho al conjunto de la sociedad.
- Enriquece la cultura. Nuevas ideas, formas de pensar, maneras de expresarse.
- Genera empleo. No solo para quien crea, sino para quienes ayudan a producir, editar, distribuir o promocionar.
- Fomenta la innovación. Obliga a pensar diferente, a resolver problemas de forma creativa.
- Dinamiza la economía local y global, porque muchos de estos proyectos pueden crecer y venderse en todo el mundo.
¿Y qué tiene que ver Ahorradoras con todo esto?
Quizá no lo pienses así de primeras, pero Ahorradoras es un ejemplo clarísimo de economía creativa.
Aquí creamos contenidos: textos, vídeos, guías, comparadores… Todo pensado para compartir conocimiento útil y ayudar a mejorar la educación financiera de muchas familias.
Ese trabajo genera ingresos que nos permiten sostener el proyecto, pagar salarios y colaborar con otras empresas y profesionales. Y al mismo tiempo contribuye a algo más grande: que más personas puedan gestionar su dinero con libertad y tranquilidad.
¿Es para ti la economía creativa?
Si alguna vez has pensado en:
- Compartir lo que sabes.
- Enseñar algo que dominas.
- Crear contenidos que ayuden o inspiren.
- Vender tu arte o tu conocimiento.
Entonces la respuesta es: sí, puede ser para ti.
Hoy más que nunca hay herramientas accesibles para hacerlo posible. Desde un canal de YouTube o un blog, hasta cursos online, libros electrónicos o redes sociales.
Se trata de convertir tu talento o conocimiento en algo que aporte valor real. Y, por supuesto, de encontrar la forma de que sea sostenible y rentable para ti.
En Ahorradoras creemos en eso: en usar lo que sabemos para ayudarnos unas a otras, crecer juntas y vivir con más consciencia y libertad.
Si te resuena, cuéntanos en comentarios:
¿Has pensado alguna vez en compartir lo que sabes? ¿Ya lo haces? ¿Te gustaría intentarlo?
Estamos aquí para escucharte. Porque crear, al final, es compartir.