Nos pasa más de lo que creemos.
Vas al súper, compras “lo de siempre”, crees que no te has pasado… pero al revisar la cuenta ves que algo no cuadra. El presupuesto no rinde igual. ¿Te suena?
Muchas lectoras nos escriben diciendo: “¡Si compro lo mismo que antes! ¿Por qué me gasto más?”. Y la respuesta, en parte, tiene un nombre poco conocido pero muy presente: reduflación.
30 trucos de ahorro que te harán decir: «¿Cómo no lo supe antes?»
Lo hemos reunido todo en un ebook gratuito. Fácil, útil y pensado para que empieces hoy mismo.
Descárgalo gratis ahoraQué es la reduflación y por qué deberías conocerla
Reduflación es cuando pagas lo mismo por menos cantidad.
Así de claro. El precio parece no haber cambiado, pero el contenido del envase sí. Te llevas menos producto por el mismo dinero. Y claro, necesitas reponer antes.
El resultado: tu poder adquisitivo se reduce sin darte cuenta. Porque lo que ha subido, en realidad, es el precio por unidad, por kilo o por litro. Solo que no siempre se ve a simple vista.
Ejemplos concretos donde se nota (y mucho)
- Pasta: de 500 g a 450 g… y bajando.
- Refrescos y zumos: envases aparentemente iguales, pero con menos mililitros.
- Productos de limpieza: menos cantidad, a veces incluso con fórmulas más diluidas.
- Fruta y verdura: empiezan a vender por pieza en vez de al peso, y pagas más.
- Restaurantes: porciones más pequeñas, mismo precio (o más).
Cambios pequeños que, sumados en toda la cesta, se convierten en un gasto invisible que erosiona tu ahorro.
Por qué ocurre la reduflación
En contextos de alta inflación, muchas marcas prefieren recortar cantidad antes que subir precios visibles. Así evitan el impacto de una subida directa, pero el efecto en tu economía es el mismo… o incluso peor, porque se disimula.
Y eso nos deja a las consumidoras desprotegidas si no estamos atentas.
Cómo protegerte de la reduflación
Esto no va de entrar en pánico. Va de abrir los ojos y elegir con más consciencia.
- Mira el precio por kilo o litro. Es la comparación real.
- Lee la cantidad neta. El envase puede ser igual, pero traer menos.
- Lleva un registro mental o escrito. Si sabes cuánto traía antes, detectas el cambio al momento.
- Revisa otras marcas o formatos. A veces las marcas blancas o los packs grandes mantienen mejor la proporción.
- Planifica la compra. Así evitas caer en ofertas que no son tan ofertas.
El truco Ahorradoras que marca la diferencia
Cuando detectes un caso de reduflación, apúntalo. Crea tu propia “alerta personal”. Así podrás decidir si ese producto sigue valiendo la pena o es momento de buscar alternativas.
Porque ahorrar no es solo pagar menos. Es elegir con información.
El dinero no solo se gasta. También se elige.
Y en Ahorradoras estamos para ayudarte a elegir con cabeza y con poder.
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