Una de las preguntas que más nos habéis hecho en las últimas semanas en nuestras formaciones es si un plan de pensiones merece la pena o si es mejor invertir por nuestra cuenta. Y la realidad es que no hay una respuesta única, porque depende muchísimo de tu situación, tu fiscalidad, tus objetivos y hasta de cómo te imaginas tu jubilación. Hoy vamos a verlo de forma sencilla, con ejemplos reales y sin palabras complicadas.
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Imagina a Ana Moreno, 44 años, enfermera en Valencia, madre de una niña de nueve años. Ana gana unos 41.000 euros brutos al año, paga su hipoteca sola y lleva tiempo sintiendo que “no puede depender solo de la pensión pública”. Empezó a ahorrar tarde, lo dice ella misma, pero está decidida a cambiar eso. En una tutoría del Club comentó que le daba vergüenza preguntar sobre planes de pensiones porque siempre había escuchado opiniones contradictorias.
Justo por eso, empecemos por lo básico.
Qué es un plan de pensiones de verdad
Un plan de pensiones es un vehículo pensado para ahorrar a largo plazo, especialmente para la jubilación. Tiene una particularidad muy potente: lo que aportas te reduce la base imponible del IRPF en ese año, y eso significa pagar menos impuestos ahora mismo.
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Te pongo un ejemplo: si aportas 1.500 euros y tu tipo marginal es del 30%, Hacienda te devuelve 450 euros en tu declaración. En la práctica, haces una aportación de 1.500, pero tu bolsillo nota 1.050. Esa es la razón por la que tanta gente los utiliza: porque es una forma de ahorrar con “descuento”.
Límites de aportación: aclaramos la duda
Los límites actuales son:
— Personas asalariadas:
Pueden aportar hasta 1.500 € al año a su plan individual.
— Personas autónomas:
Pueden llegar hasta 5.750 € al año, porque la normativa permite una aportación adicional para los trabajadores por cuenta propia cuando utilizan planes de empleo o productos equivalentes diseñados para autónomos.
No es que cada comunidad autónoma permita más, sino que es una ampliación estatal para este colectivo.
Esto, para muchas de vosotras, puede ser una ventaja enorme si estáis en tramos fiscales medios o altos.
¿Y cuál es el “truco” del plan de pensiones?
No es un truco, pero sí una mecánica importante:
Pagas menos impuestos hoy, pero cuando llegues a la jubilación y rescates el plan, tributarás por todo lo aportado más la rentabilidad que haya generado.
La clave está en algo que a veces se pasa por alto: cuando te jubilas, lo habitual es que tus ingresos bajen… y con ello tu tipo impositivo. Es decir, probablemente tributes menos en el futuro que hoy. Ese diferencial es donde está gran parte del beneficio real.
Eso, y la rentabilidad compuesta durante muchos años.
El ejemplo de Ana, paso a paso
Ana decide aportar 1.500 € al año desde los 44 hasta los 65. En total: 21 años.
Tipo marginal actual: 30%
Rentabilidad estimada: 5% anual
Ahorro fiscal inmediato:
1.500 × 30% = 450 € devueltos cada año
Esfuerzo real anual:
1.500 – 450 = 1.050 €
Aportación total: 31.500 €
Capital final aproximado: unos 70.000 €
Si al jubilarse su tipo marginal baja al 24%, pagará impuestos al rescatar, sí, pero ese tipo será más bajo del que tiene ahora. Aun así, quedará con una cantidad muy superior a todo lo que aportó.
Y lo más importante que nos decía ella: “por primera vez siento que tengo una estrategia a largo plazo”.
Diferencias entre un plan de pensiones y “invertir por tu cuenta”
Esta es otra duda muy repetida.
Plan de pensiones:
● Beneficio fiscal inmediato
● Liquidez restringida
● Pensado a largo plazo
● Se tributa al rescate como rendimiento del trabajo
● No puedes usarlo para objetivos cercanos
Invertir por tu cuenta (fondos, indexados, etc.):
● No tiene deducción en renta
● Puedes mover o vender cuando quieras
● Tienes que declarar las ganancias cada vez que vendes
● Mucha más flexibilidad
● Adecuado para objetivos variados: vivienda, colchón, independencia financiera…
Ambas cosas pueden convivir perfectamente. De hecho, muchas mujeres del Club lo hacen: parte en plan de pensiones para aprovechar la fiscalidad, y parte en inversión libre para tener liquidez y libertad.
Elegir un plan de pensiones es importante, marca el resultado
Tan importante como decidir si aporta o no aporta es elegir bien qué plan. No todos son iguales, ni en comisiones, ni en riesgo, ni en calidad de gestión.
Ahí está una de las claves de hacerlo bien: el plan debe adaptarse a tu perfil, no al revés.
Hay planes más conservadores, otros más dinámicos, otros ligados a renta variable, otros mixtos… y elegir el adecuado puede marcar decenas de miles de euros de diferencia en el futuro.
Si no sabes por dónde empezar o quieres que alguien revise tu caso y te recomiende el tipo de plan que encaja contigo, podemos ponerte en contacto con profesionales de confianza que analizan tu perfil y te explican todo con calma, sin letra pequeña.
Y para terminar: tomes la decisión que tomes, que sea informada
Un plan de pensiones puede ser muy útil para unas personas y completamente innecesario para otras. No existe una respuesta universal, pero sí existen buenas decisiones financieras, y esas son las que se toman con información, con conciencia y entendiendo cómo funcionan las cosas.
Antes de elegir, pregúntate:
● ¿En qué tramo fiscal estoy hoy?
● ¿Será más bajo cuando me jubile?
● ¿Necesitaré el dinero antes?
● ¿Qué nivel de riesgo me hace sentir cómoda?
Espero que este artículo te ayude a elegir si es mejor un plan de pensiones para ti y entender la diferencia respecto a invertir tu dinero para la jubilación.




