Es época de bodas y otras celebraciones. Tiempo de invitar a la reflexión a mujeres que aman… pero no quieren hipotecar su futuro. Incluidas, nosotras mismas.
Las bodas están llenas de magia, emoción, símbolos… costumbres.
Pero también de presión, expectativas y costes invisibles.
Hoy, en Ahorradoras, te animamos a ver lo que nadie cuenta sobre el precio de casarse. Aquí somos de ayudar a cuestionar, replantearse creencias sobre el dinero y, en consecuencia, también sobre el gasto y, en esto, una boda, se lleva la palma.Un acontecimiento que puede afectar tremendamente a tu economía si no tomas decisiones racionales. ¿El motivo? Es el acontecimiento emocional por excelencia.
Dinero y emociones son la peor combinación posible, tanto cuando se trata de decidir si comprar o no comprar algo o invertirlo.
Vamos a profundizar en el tema que nos ocupa hoy en la redacción de Ahorradoras.
¿Qué es una boda, realmente?
Una boda puede ser muchas cosas:
Un ritual de unión.
Una celebración con seres queridos.
Un recuerdo para toda la vida.
O una trampa disfrazada de tradición.
La mayoría de nosotras crecimos viendo películas, cuentos, revistas y redes sociales donde se nos mostraba que el “día más feliz de tu vida” iba acompañado de tul, tacones imposibles y 200 personas aplaudiendo mientras caminas hacia el altar.
Pero hay algo que no nos dijeron:
Que ese día puede costar entre 20.000 y 35.000 euros en España (y muchas veces, más).
Que muchas parejas empiezan su vida juntas con una deuda y un gran silencio financiero.
Que en el fondo, nadie te prepara para lo que pasa después del arroz o e confeti.
La trampa cultural: cuando el amor se mide en euros
Detrás de muchas decisiones de boda no hay deseo, hay presión.
No hay libertad, hay normas no escritas.
No hay educación financiera, hay costumbre.
Y, ojo, no se trata de culpar si no de animarte a reflexionar algo por lo que muchas de nosotras también hemos podido pasar.
En algunas ocasiones es un negocio pero no hay que plantearse la boda dando por hecho que así será.
Pregúntate:
- ¿Elegiste ese vestido o sentiste que “tenía que ser blanco”?
- ¿Invitaste a 100 personas porque querías… o porque “quedaba feo” dejar fuera a alguien?
- ¿Te endeudaste por una fiesta que sabías que no podías permitirte, pero no querías que te juzgaran o porque es una ocasión única aún cuando no te lo puedes permitir?
- ¿De verdad, de verdad de verdad merece la pena hipoteca la paz financiera de la pareja de los años siguientes por intentar satisfacer unas expectativas que tal vez tú te has impuesto pero igual los invitados no valoran al mismo nivel? Ellos, se irán a casa con alegría de haber pasado un buen día o tal vez borrachera. Tú, con un compromiso que te pesará cada día durante el mismo tiempo o más de lo que dure vuestro matrimonio.
¿Cuánto cuesta una boda?
La cultura de la boda nos ha hecho creer que si no gastas, no amas lo suficiente.
Y eso, queridas… es una gran mentira.
Y si alguien no los tiene, muchas veces pide préstamos, vacía ahorros o simplemente… no habla del tema.
¿Por qué esto es un problema real?
Porque la educación financiera empieza en los momentos importantes.
Y una boda debería ser un acto de amor… no de endeudamiento.
👉 ¿Qué mensaje estamos enviando al empezar nuestra vida juntas con una carga que ni siquiera nos cuestionamos?
👉 ¿Qué estamos diciendo de nuestras prioridades si preferimos una tarta de 4 pisos antes que un fondo de emergencia o una inversión a largo plazo?
👉 ¿Por qué tantas mujeres se sienten presionadas a “cumplir” en un día… y luego se sienten solas ante las consecuencias?
Alternativas con alma (y sentido financiero)
- Mini bodas: menos de 20 personas, mucha conexión y cero drama.
- Boda con picnic o barbacoa: al aire libre, sin protocolo, con cariño.
- Celebración en casa: decorar tu propio jardín o salón puede ser mágico.
- Viaje en lugar de boda: invierte ese dinero en crear recuerdos a largo plazo.
- Ritual simbólico: una ceremonia íntima sin “circo social”.
- Boda colaborativa: familia y amigos que ayudan en vez de contratar servicios caros.
- Vestido de segunda mano o alquilado: más sostenible y más inteligente.
- Plan financiero compartido: empieza la vida de pareja con una conversación real sobre dinero.
¿Y si invirtieras el dinero de la boda?
Por ejemplo, en alternativas como estas:
O, en productos financieros
Pongamos que decides hacer una boda sencilla por 5.000 €. Y en lugar de gastar 25.000 €, inviertes los 20.000 € restantes.
Ese dinero puede ser la base de tu libertad financiera, emprendimiento o tranquilidad futura. Si quieres saber de inversión, ven al Club de Inversoras.
Lo que nadie te dice (pero deberíamos empezar a contar)
🔸 Empezar una vida sin deudas es más romántico que una fuente de chocolate.
🔸 Hablar de dinero en pareja antes de casarte es más importante que elegir flores.
🔸 Apostar por la libertad económica conjunta es el mayor acto de amor realista que existe.
No hay forma correcta ni incorrecta de casarse. Solo faltaría. Pero, libertad también es escoger desde el fondo de tu alma rompiendo costumbres que nada tienen que ver contigo, siendo entonces prisionera/o de aquello que crees que es lo correcto.
Y, acordarte, si no podías pagarlo, el resto de tus días.
Hay formas más conscientes, más libres… y más alineadas con lo que de verdad importa. Sobre todo, primando la situación financiera de cada uno y que el paso sea un inicio de felicidad o de complicación económica.
Una boda puede ser mágica, sí.
Pero nunca debería costarte tu paz financiera.
Desde Ahorradoras, creemos en mujeres que toman decisiones desde el amor… y desde el conocimiento.
Que cuestionan lo establecido.
Que se casan con libertad (incluso si no hay boda).
Porque el verdadero compromiso…
es contigo misma y con tu futuro.
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Y si tú lo has vivido… cuéntanos tu experiencia en comentarios o en nuestras redes.
Estás ayudando a que otras mujeres vivan su historia de amor sin renunciar a su libertad.
