La pregunta doméstica que más nos asusta es «¿qué preparo hoy para comer?». ¿Verdad que os ha pasado? Se nos queda la mente en blanco y, al final, acabamos recurriendo a las mismas recetas una y otra vez.

En esta ocasión, vamos a compartir una receta muy rica (además de muy sana). Se trata del plato típico griego «mousaka«, que lleva: patata, berenjena, tomate, cebolla, ajo, bechamel y carne de cordero. Sin embargo, esta receta admite muy bien el cambio del cordero por ternera y la inclusión de más verduras (como espinacas o zanahorias).

El único elemento indispensable es la berenjena, es la estrella, no podemos sustituirla. La mousaka, podría decirse, es una lasaña que cambia la pasta por esta hortaliza.

Para hacerla, tenemos que cortar las patatas en rodajitas un poco gruesas y ponerlas a cocer. Las berenjenas han de ir también en rodajas y, durante una hora más o menos, permanecer en un plato con sal para quitarles el exceso de amargor.

Mientras tanto, pocharemos el ajo, la cebolla y la zanahoria (y cualquier ingrediente que se os ocurra), para después añadir la carne y dejar a fuego muy lento. El truco para que quede perfecta es cocinarlo todo muy despacio. Podéis añadir un poco de salsa de tomate (además del tomate natural) para que el resultado sea más jugoso.

 

Salpimentad al gusto y, para que sea mucho más griego, echad una pizca de canela. Cuando las berenjenas estén listas, dadles una vuelta por la sartén con muy poquito aceite hasta que se ablanden. Cuando todo esté preparado, haced la bechamel.

Para el montaje os recomiendo usar un molde o tupper. Seguid este orden: base de patata, carne, rodajas de tomate, berenjena. Podéis montar tantas capas como prefiráis, pero procurad que no sea demasiado alta. La última capa será la bechamel, que podéis cubrir con un poco de queso rallado.

Por último, bien en el microondas bien en el horno, calentad durante unos minutos. Veréis que rico. Mmmm… ¡Disfrutadla!

 

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