Descubre Holanda, un país para disfrutar
En muchas ocasiones anteriores te he contado que una de mis pasiones es viajar, ya sea por España o por el resto del mundo y ahora con el peque en casa, al contrario de lo que se pueda pensar, me apetece muchísimo más ya que me parece una experiencia muy enriquecedora.
Esta pasión por viajar me la ha pasado mi madre que en su juventud se recorrió media Europa, mochila al hombro, y siempre me ha contado mil cosas de todos los lugares que visitó con especial amor a un país en concreto, Holanda.
Seguro que si piensas en Holanda (o Países Bajos, o Netherlands en Eurovisión? ) te viene a la cabeza Amsterdam, y es normal ya que es la ciudad de referencia del país y no es para menos.
Cuando nosotros estuvimos en Amsterdam lo elegimos como destino porque todo el mundo nos decía que era una ciudad muy asequible para visitar en poco tiempo, de hecho, la recorrimos de punta a punta en bicicleta (uno de sus encantos sin duda alguna). Además, los vuelos desde España son muy baratos, en la web de Edreams puedes ver varias ofertas que tienen.
Pero al llegar descubrimos que Amsterdam es mucho más que eso. Se trata de una ciudad súper abierta, con una gente encantadora y muy acogedora. Yo siempre digo que es la ciudad ideal para vivir porque recorriendo sus tranquilas calles te invade una sensación de «buen rollo» enorme.
El caso es que cuando regresé de Amsterdam y le comenté a mi madre lo maravillosa que me había parecido la ciudad me dijo que sí, pero que Holanda tenía mucho más que ofrecer ya que se trata de un país compacto como una gran ciudad, con mucho que ver y distancias muy cortas.
Como ya te he comentado, ella estuvo de mochilera y siempre recuerda cómo la gente sin conocerla de nada la acogía en sus casas (por cierto, el idioma no es un problema, los holandeses, además de hablar varios idiomas, hacen todo lo posible por entenderte), lo sencillo que era (y es) recorrer el país en transporte o en coche.
Entre las ciudades que mi madre visitó destaca siempre Rotterdam y Maastrich por su encanto y lo bien que se sintió en ellas y es que, aunque sean un poco más desconocidas que Amsterdam, tienen muchísimo que ofrecer.
Rotterdam, además de tener uno de los mayores puertos del mundo, es una ciudad en la que se puede disfrutar de buena música, buena comida (a mi con eso ya me tiene ganada) y unos paisajes preciosos.
Si visitas Rotterdam te vas a encontrar una arquitectura muy innovadora y en constante cambio, museos, rascacielos y todo tipo de atracciones.
Con Maastricht ocurre lo mismo que con Rotterdam y Amsterdam, es una ciudad que se puede visitar a pie, con distancias muy cortas y una de las mas antiguas de Holanda por lo que su centro histórico es impresionante.
Además de todo estas ciudades, Holanda en su conjunto es un país que pide ser recorrido de punta a punta para no perderse no uno de sus rincones, de su gente, de su cultura, de su color y de su vitalidad.
Holanda es, y siempre será, el país del agua, de las bicicletas, de las flores y los molinos pero sobre todo un país fácil, asequible, muy cómodo de recorrer y el lugar ideal para sentirse libre, relajarse y disfrutar.
Por cierto, nosotros en Julio vamos a hacer una escapada de cuatro días a Amsterdam con el peque (su primer viaje en avión) así que a la vuelta subiré las fotos que hagamos del viaje para que veáis todo en primera persona 🙂
Si quieres descubrir todo lo que Holanda te puede ofrecer te aconsejo que visites la web de Edreams. A nosotros el vuelo nos ha salido muy asequible y volamos con Transavia, cosa que me encanta, porque pese a ser una aerolínea con precios muy asequibles son muy flexibles con el tema de los equipajes de mano y te dan muchísimas facilidades csa que, viajando con un bebé, se agradece.
¡Ah! Y muy importante, en este enlace puedes ver todos los eventos importantes del país en la fecha en la que vayas a viajar. ¡Yo ya he encontrado los míos!