Cómo hacer un frasco de la calma para los peques
La primera vez que me hablaron del frasco de la calma no tenía ni idea de a qué se referían pero una amiga que es mamá y además profe en una Escuela Infantil me contó que era una de las mejores formas de tranquilizar a los peques cuando tienen una de esas temidas rabietas y además una manera increíble de estimular sus sentidos ¿queréis saber en qué consiste?
El frasco de la calma no es más que eso, un frasco lleno de colores brillantes que se agitan y se mezclan creado por especialistas (está basado en parte en la pedagogía Montessori) y que hace que los niños se concentren y entiendan sus emociones ya que, al estar muy agitados y con el corazón acelerado, el fijar sus sentidos en la lenta caída de la purpurina hará que su ritmo baje y se vaya tranquilizando poco a poco.
Aunque cada niño o niña es un mundo y lo que funciona para uno no funciona para todos, es una bonita forma de estimularles y además es una manualidad que se hace en conjunto con ellos por lo que hará que paséis un rato muy divertido con los peques.
Estos frascos se pueden comprar en tiendas, pero hacerlos en casa es sencillísimo por eso hoy os quiero enseñar el paso a paso para elaborar nuestro «frasco de la calma».
Necesitaremos:
- Glitter líquido de diferentes colores. En Amazon puedes encontrarlo por menos de 5€ en varios colores.
- Un frasco que cierre muy bien preferiblemente de plástico porque no dejan de ser niños y se puede romper.
- Vaselina vegetal o aceite.
- Agua.
Paso a paso:
Es muy importante que hagamos todos los pasos entre nuestros hijos y nosotros porque la finalidad es que ellos sepan qué colores representan las emociones y además para que se convierta en SU frasco al que pueden acudir en cualquier momento.
- Llenamos las tres cuartas partes el frasco con el agua y la vaselina.
- Diluimos en la mezcla las purpurinas o glitter líquido poco a poco para que se mezclen con el líquido (no todos los colores, en cada frasco un color).
- Asignamos junto con los peques a cada color una emoción, por ejemplo, el azul, la tranquilidad, el gris, el aburrimiento…. Depende de cada uno de nosotros.
Al agitar el frasco veremos como los colores se mezclan y bajan al fondo y podremos reflexionar junto a los pequeños sobre las emociones, por ejemplo, ¿cuánto tarda cada emoción (color) en volver al fondo? ¿Se mezclan los colores cuando se agitan?
Cada vez que nuestro hijos se sientan enfadados, irritados o tristes podemos recurrir al frasco de la calma y conseguir que a la vez que cada color vuelve a su estado, el ánimo de los más pequeños vuelva a ser el de siempre. ¿Qué os parece?
Vía: La Bioguía / MindFulnessForKids
Os tengo que decir que antes de hacer este post he preguntado a varias amigas, profes de escuela infantil y pedagogas y me han dicho que es una técnica que funciona y que hace que los peques aprendan a expresar sus emociones. ¿Os animáis a ponerlo en práctica?
Espero que os haya gustado y ya sabéis que estaremos encantadas de ver como han quedado vuestros frascos de la calma.
Por cierto, si os gustan las manualidades te recomiendo que visites la sección DIY porque vais a encontrar numerosas ideas con las que ahorrar y divertirtiros a la vez.