En esta entrada os quiero introducir en un mundo desconocido por mi hasta hace muy poco tiempo, el de la elaboración casera de queso. La verdad es que siempre me apetece probar cosas nuevas, pero este tema en concreto me ha encantado. Gracias a la web de Cocinista, que nos ha enviado un kit de iniciación, hemos podido preparar un riquísimo queso fresco casero.

El kit incluye:

• Libro de instrucciones con recetas para distintos tipos de queso.
• Molde de rejilla para hacer queso fresco o de Burgos
• Molde para prensado de quesos de 500 g
• Tela de quesero
• 3 tipos de fermentos lácticos
• Cuajo líquido natural (50 ml)
• Cloruro cálcico (100 ml)

Además, no es nada caro, ya que para cada receta hace falta muy poca cantidad de ingredientes, por lo que lo podemos reutilizar un montón de veces. Como os he comentado, hemos empezado por el queso fresco (el de Burgos de toda la vida). Espero que disfrutéis y os animéis con ello. Si queréis, podéis ver el vídeo con todos los pasos en nuestro canalAhorradoras  y también al final del post.

INGREDIENTES:

• 1 litro de leche fresca pasteurizada (Podemos utlizar cualquiera siempre que sea fresca, de hecho, yo he utilizado una de marca blanca)
• 1 cucharilla de cloruro de calcio
• 1 cucharilla de cuajo de ternera

UTENSILIOS QUE NECESITAMOS:

• 1 molde para queso de rejilla
• 1 termómetro (de cocina y apto para líquidos)

ELABORACIÓN:

El primer paso es poner a calentar la leche a media temperatura. A continuación le añadimos una cucharilla de cloruro cálcico y mezclamos.

Cuando la temperatura esté entre 30º y 40º (lo comprobaremos con un termómetro de cocina que sirva para líquidos) apagamos el fuego y retiramos el cazo.

A continuación añadimos una cucharilla de cuajo y removemos.

Una vez añadido el cuajo, dejamos reposar durante una hora. Al transcurrir ese tiempo, veremos que la leche se ha cuajado (da un aspecto como si estuviera cortada). Con un cuchillo cortamos en cuadraditos de 1 cm aproximadamente.

Ponemos otra vez el cazo en el fuego a temperatura media durante 2 minutos (para que se separe mejor el suero) y mezclamos con mucho cuidado para no deshacer demasiado los cuadraditos. A continuación lo pasamos al molde de rejilla que habremos colocado sobre un escurridor.

Si se llena el molde, esperamos unos segundos para incorporar el resto, ya que el suero irá cayendo poco a poco a través del escurridor e irá dejando sitio 🙂

El último paso es dejarlo reposar de dos a tres horas para que escurra todo el suero. Transcurrido ese tiempo, volteamos el molde sobre un plato y ¡voilà!, ya tenemos nuestro queso fresco casero.

Cómo veis es muy sencillo y además sale riquísimo (con la satisfacción añadida de haberlos elaborado nosotr@s mism@s). En la web de Cocinista podemos encontrar más kits de iniciación, no sólo para la elaboración de quesos, sino de Sushi, Curry, Embutidos e incluso para los más atrevidos Cocina Molecular.

Aquí tenéis el vídeo de este experimento 🙂

Y no olvidéis que en nuestra web podéis encontrar un montón de recetas y trucos para aprender a elaborar platos fáciles, diferentes y sobre todo económicos.