Una de las mejores formas de ahorrar en nuestras compras es hacerlas con conocimiento de lo que realmente nos está costando esa compra.

A veces, podemos caer en la tentación de comprar compulsivamente algo que realmente no necesitamos, las tiendas saben cómo hacerlo para que sintamos que «necesitamos» ese producto. Una  forma de saber cuánto lo necesitamos es preguntándonos cuántas horas de trabajo nos está costando esa compra.

Para hacer esto: resta a tu sueldo ( o a la suma de ingresos familiares ) los gastos fijos mensuales y, lo que te queda, divídelo por las x horas que trabajas. Cómo resultado, tendrás el precio de cada hora de tu trabajo.

Seguidamente, calcula cuántas horas tienes que trabajar para comprar eso que te gusta. Esto hace que reflexionemos si realmente necesitamos ese artículo.

Si llegamos a la conclusión de que es un artículo que vale la pena y necesitamos, tenemos otros trucos para ahorrar un poco en su compra como pueden ser comparar precios en internet y aprovechar todos los cupones y descuentos posibles o intentar conseguir una muestra gratis ( por ejemplo, en el caso de un perfume o cosas así).

Ahora bien, muchas veces encontramos oportunidades que sabemos que vamos a necesitar en un momento dado y que, ahora, por el motivo que sea: oferta especial , liquidación, etc… nos supone un gran ahorro. En ese caso, conviene aprovechar la oportunidad ( si tu bolsillo te lo permite) porque sabes que ahorrarás dinero. Esto sirve también a la hora de comprar regalos de aniversario, Navidad, etc… que puedes no haber ido a la tienda con esa intención pero ves ese «chollo» y lo aprovechas para cuando llegue la fecha, tenerlo, porque sabes que igualmente lo ibas a tener que comprar.

Y para terminar, os copio un lema para plantearnos antes de realizar una compra ( a excepción del motivo del punto anterior)  » Por muy barato que sea lo que compre, si no lo necesito es caro «.

Espero que os haya gustado este post.