Milhojas de queso fresco y membrillo

 

Milhojas de queso fresco y membrillo

Hoy vengo con un Milhojas de queso fresco y membrillo. Un postre muy sencillo, vistoso y, por supuesto, barato, que bien puede servir para uno de estos días de fiesta, en los que todas las ideas son pocas y en los que – a veces – apetece cambiar un poco el «chip» de los postres navideños de siempre.

Como todos nuestras propuestas, es una receta sin complicaciones, con pocos y sencillos ingredientes que puedes encontrar en cualquier supermercado y que se prepara en un plisplas.

Tiempo de preparación: 5 minutos
Coste para 2 personas: 1,75€

Ingredientes para 2 personas:

  • 1 tarrina de queso fresco (tipo Burgos).
  • 1 envase de dulce de membrillo.
  • 1 tubo de leche condensada (no lo usaremos todo).
  • 1 cuch. sopera de crocanti de almendra.
  • 1 hojitas de menta (para decorar).

Milhojas de queso fresco y membrillo

Preparación:

  • Saca de su envase el queso fresco y escurre el posible suero que suele soltar.

Milhojas de queso fresco y membrillo

  • Corta a rodajas de 1cm. de grosor el queso y  a láminas de ese mismo grosor, el membrillo

Milhojas de queso fresco y membrillo


  • Dale forma con la ayuda de un corta pastas (redondo o cuadrado, a tu gusto) .

Milhojas de queso fresco y membrillo

  • Monta el plato, alternando capas de membrillo y queso. Acaba con 1 capa de membrillo.

Milhojas de queso fresco y membrillo

  • Rocía con leche condensada y espolvorea con el crocanti de almendra.

Milhojas de queso fresco y membrillo

Milhojas de queso fresco y membrillo

  • Decora con la menta y sirve.

Milhojas de queso fresco y membrillo

Consejos/sugerencias: 

  • Si es necesario y para que no suelte nada de «agua» cuando montes el plato, seca el queso con papel absorbente de cocina.
  • Sube tantas capas como desees, si bien la cantidad de la foto considero que es suficiente.
  • El hecho de que utilicemos la leche condensada en tubo es debido a que facilita la forma de uso. Puedes utilizar también de bote y rociar el  postre con la ayuda de una cuchara. Con el tubo se dosifica muy bien y, encima, nos ahorramos tener que lavar una cuchara…jajaja que somos ¡Ahorradoras!.

Bueno pues venga, a qué es fácil? Pues espero que lo hagáis porque os va a encantar.
Ah! y, en contra de lo que parece, el hecho de que lleve membrillo y leche condensada, no resulta para nada «empalagoso».
Probadlo y ya me diréis.

Como siempre, gracias por haber llegado hasta aquí 🙂 y os recuerdo  que si queréis ver más recetas, tan interesantes como ésta, podéis visitar mi blog en: www.platosplisplas.com.