Hace poco mi hermana me regaló una máscara de pestañas de un color muy bonito.

El inconveniente es que es muy espeso y al sacar el cepillo, éste sale con bolitas de pintura en lugar de ser líquido. Esto me suele pasar mucho, ya sea porque el producto se espesa porque sí o bien porque lleva tiempo sin ser usado.

Te cuento un truco que yo utilizo para volver a tener una máscara ligera y lista para usarse (esto se puede aplicar también a los delineadores líquidos y a los gloss  con aplicador) :

Unos segundos antes de comenzar a maquillarte calienta un poco de agua en un recipiente estrecho, puede ser un vaso pequeño o un frasco, el agua tiene que estar caliente y no solo tibia.

Introduce la máscara de forma que el agua llegue casi al tope sin sumergirlo pues se podría filtrar el agua. Déjala ahí unos segundos.

Mientras, puedes aplicarte la base, colocarte las sombras, lo que tú creas para que no sientas que pierdes tiempo.

Saca la máscara del agua y ábrela, si notas que el cepillo sale libre de grumos ya estará lista para aplicarse, pero si aún los tiene entonces déjala en el agua otro rato.

El agua caliente derrite los grumos y por eso podrás aplicarte mejor la máscara.

Otro cosa que puedes intentar es agregar unas 3 gotitas de aceite de almendras dentro del recipiente de la máscara y agitar muy bien para que no sea tan espeso, el mismo truco funciona cuando el contenido está a punto de terminarse y quieres prolongarlo un poco más.

Espero que estos consejos te sean de utilidad.

Si te gustan los trucos de belleza, te gustará este post cuyo enlace te dejo aquí.

Añado el truqui que ha dejado más abajo Ainhuki quien añade una gotita de tónico desmaquillante, lo deja actuar un ratito y lo agita. Gracias por truqui 🙂

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