Cómo conservar los manteles blancos
Hoy quiero enseñarte unos trucos para que tu mantelería blanca luzca radiante en esas cenas tan especiales en las que quieres que todo esté perfecto y no tengas que gastar dinero comprando uno nuevo.
Qué rabia me da cuando saco del cajón el mantel de las «ocasiones especiales» y está amarillento y con un olor poco agradable. O esas manchas de vino tinto o salsa que siguen en el mismo sitio lavado tras lavado.
Por eso he empezado a utilizar unos trucos para que esto no me vuelva a pasar y el mantel no termine en el fondo del cajón o en la basura.

- El primer truco es revisarlo antes de guardarlo, si lo tienes que planchar ya ves las manchas pero si es de los que no se arrugan revísalo minuciosamente para que el día que lo vuelvas a utilizar no te pille desprevenida una mancha.
- Cuando el mantel o las servilletas tienen una mancha de grasa o vino pon encima unas gotas de Fairy antes de que la mancha se seque y pulveriza KH7, a mi me funciona muy bien, luego lávalo normalmente.
- Si el problema es que está amarillento sumérgelo en un litro de agua con 3 cucharadas de bicarbonato. Déjalo una hora y luego lávalo en la lavadora cómo suelas hacer siempre.

- Para evitar que esto te vuelva a suceder guarda la mantelería en un lugar seco y envuelto en papel de seda.
Y si estás pensando en comprar manteles individuales revisa antes tu armario porque igual tienes unos pantalones vaqueros que no utilizas y puedes reutilizarlos en unos originales manteles. Aquí te explicamos cómo hacerlo.