10 errores que cometemos al limpiar los cristales
Con la llegada de la primavera (o del verano si te pilla el tren como a mi 😉 ) toca hacer una limpieza un poco más profunda de la casa. En mi lista está limpiar los sofás en profundidad desenfundándolos, aspirándolos a fondo y limpiando la tapicería; lavar cortinas y limpiar los cristales. Eso para ir empezando…
Pero me he dado cuenta de que mi método para limpiar los cristales no es lo efectivo que debería ser y me roba un tiempo extra muy valioso que no estoy dispuesta a dedicar a una tarea tan tediosa como limpiar las ventanas.
Fallos que no debes cometer al limpiar los cristales
Para que esta tarea te lleve menos tiempo y el resultado sea satisfactorio debes evitar caer en una serie de errores que son muy comunes:
- No eliminar la suciedad más gruesa antes de mojar los cristales. Con la ayuda de un cepillo, una escoba, una brocha o un aspirador de mano.
- No proteger el suelo antes de ponerte a limpiar si vas a usar un barreño o abundante agua.
- Limpiar los cristales cuando les de directamente el sol, esto hará que queden «restregones» al evaporarse el producto que apliques antes de hacer efecto.
- Limpiarlos cuando llueven.
- No limpiar las guías o raíles de los cristales, por mucho que limpies los vidrios si no eliminas lo que se queda acumulado en esa zona el resultado no será el mismo.
- Limpiarlos de abajo a arriba, debes hacerlo a la inversa y así evitarás ensuciar lo que ya está limpio.
- Utilizar productos demasiado jabonosos que haya que aclarar varias veces y puedan dejar residuo.
- No usar una bayeta adecuada. Elige una especial o al menos que no suelte pelusa.
- Limpiarlos sólo por una de las caras, aunque sientas que la parte interior está limpia debes repasar ambos lados.
- No repasar las esquinas de las ventanas. Puedes ayudarte de algo que termine el punta pero que no vaya a rayar los cristales.
Espero que estos consejos te resulten útiles cuando vayas a ponerte a hacer zafarrancho en casa 😉